Docente señaló que las clases remotas producto de la pandemia aumentaron la brecha entre alumnos de la educación pública y los establecimientos particulares.
El académico de la Universidad de La Frontera y doctor en Educación, Adolfo González Brito, señaló que los resultados de la Prueba de Transición Universitaria, PDT, principalmente en la educación pública, comprueba que hay un daño importante en el aprendizaje de los alumnos producto de las clases remotas o a distancia, indicando que hay que hacer un esfuerzo por la presencialidad, pero con resguardos.
Al ser consultado, indicó que la opinión universal de las autoridades de la Organización Mundial de la Salud, OMS; de la Unesco y también del Ministerio de Educación de Chile, “es que hay que valorar la presencialidad y que hay que hacer un esfuerzo para ello, pero con cautela y considerando todas las medidas de prevención. Entonces, mi opinión como experto en educación es que hay que fomentar la presencialidad con todas las medidas de prevención”.
ESTRATEGIA
González Brito manifestó que las estrategias que se deben aplicar son la alternancia de las clases, que sean de mañana y tarde; disminución del número de estudiantes por curso y dar preferencia para que asistan los alumnos que tienen más retrasos en los aprendizajes. Agregó que hay que considerar que la mayoría de los jóvenes están con sus dosis de vacunas al día, “lo que es un elemento importante”.
Agregó que en términos generales se valora la presencialidad por el costo social que tiene para el estudiante no asistir al aula. “Hace mal desde el punto de vista de crecimiento personal, emocional y social no asistir a clases presenciales; los alumnos se afectan notablemente sin el contacto interpersonal con sus compañeros y compañeras. Todos sabemos que se echa de menos la relación social entre los niños y jóvenes”, explicó.
ESFUERZO
El docente dijo que “si todos hacemos el esfuerzo, podemos hacer una presencialidad cautelosa y con prevención, pero es necesario, porque hay que ver la ventajas que aquello tiene para los estudiantes”. Indicó que al menos se debe partir el año académico con clases semipresenciales y no con telemáticas, “porque la brecha de aprendizaje en esa modalidad se profundizó notablemente».
Reiteró que hay que hacer un esfuerzo por la presencialidad con las cautelas debidas “y los departamentos comunales y provinciales, la Superintendencia de Educación, la Agencia de Calidad y todos los organismos públicos de Educación, tienen que velar por medidas de prevención que estén garantizadas para sus alumnos y sus comunidades educativas, como la limpieza de los baños o servicios higiénicos, comedores, lugares comunes, patios y salas de clases, que deben contar con la debida iluminación y calefacción. Debe haber una garantía de calidad de servicio y para ello hay que hacer un esfuerzo”.
Adolfo González señaló que por otro lado el teleaprendizaje también cansa a los profesores. “Yo nunca había escuchado tantas felicitaciones a los docentes, por el esfuerzo gigantesco en su trabajo. Para mi es más fácil hacer clases presenciales, sobre todo para los maestros con rasgos etarios altos, precisamente por el tema del dominio tecnológico, entonces hay que ver diversas variables que considerar”, sostuvo el académico.