A los 86 años dejó de existir Eduardo Inostroza González, conocido en el mundo circense como “Tony Cascarita” y en el corazón de los suyos como “Papi Lalo”. Su partida enluta al Circo Alondra y al Circo Hermanos Inostroza, pilares de la tradición circense en Chile.
Con profundo dolor, la familia Inostroza San Martín comunica el fallecimiento de su querido patriarca, padre, abuelo y bisabuelo, Eduardo Inostroza González, quien dejó de existir a los 86 años de edad.
En el mundo circense fue ampliamente reconocido como “Tony Cascarita”, un payaso que hizo reír y emocionar a generaciones. Para su familia, siempre fue el entrañable “Papi Lalo”, el hombre que con amor y esfuerzo cimentó la historia de varias generaciones bajo la carpa.
Eduardo partió en paz, rodeado del cariño de sus hijos, nietos y familiares más cercanos, quienes lo acompañaron en sus últimos instantes de vida.
Su partida enluta no solo a sus seres queridos, sino también a todo el mundo circense nacional. Hoy, el Circo Alondra y el Circo Hermanos Inostroza bajan el telón en señal de respeto hacia quien fue el eje de su historia.
El legado de “Cascarita” es inmenso. Con su entrega y pasión, mantuvo vivo el arte circense en zonas rurales y ciudades del sur de Chile, llevando cultura y alegría a miles de personas que, en muchos casos, vieron por primera vez un espectáculo circense gracias a su esfuerzo.
La historia de la familia Inostroza se remonta a la década de 1930, cuando los primeros integrantes levantaron carpas en distintos puntos del país. Con los años, sus descendientes dieron vida al Circo Alondra, considerado uno de los más antiguos aún en actividad.
Dentro de esa tradición, Eduardo Inostroza destacó como uno de los artistas más carismáticos. Su personaje, “Cascarita”, se convirtió en símbolo de ternura y picardía, logrando que niños y adultos lo recordaran siempre con una sonrisa.
El arte de la familia Inostroza no se limitó a las tablas. Con cada viaje, con cada función, llevaron también valores de unión, esfuerzo y alegría, cualidades que Eduardo transmitió tanto arriba como abajo del escenario.
Por ello, en 2017, tanto Eduardo como su hermano Arnoldo fueron reconocidos por el Ministerio de las Culturas con el Premio de Excelencia a la Trayectoria en Artes Circenses “Tony Caluga”, distinción que marcó un hito en su vida y en la de todo el clan circense.
A través del documental “Circo Alondra”, estrenado en Ondamedia, quedó plasmada para siempre la memoria de esta familia y de su patriarca. En esa obra se muestra la entrega y pasión de quienes, como Eduardo, han dedicado la vida entera a mantener viva esta tradición.
Hoy, la carpa está en silencio. La risa del payaso se apagó, pero en cada función futura estará presente la memoria de “Cascarita”, inspirando a nuevas generaciones de artistas circenses.
Su familia agradece profundamente las muestras de cariño, las oraciones y la cercanía recibidas en estos días difíciles, reconociendo que el legado de su patriarca seguirá vivo en cada uno de ellos.
Los restos de Eduardo Inostroza serán despedidos este domingo en la Iglesia Católica y posteriormente trasladados al Cementerio de Mininco, en un cortejo que espera reunir a familiares, amigos y vecinos que lo acompañaron durante su vida.
“Papi Lalo” deja un vacío irreparable, pero también una huella imborrable de amor, perseverancia y compromiso con el arte. Su vida fue un espectáculo de entrega, y su recuerdo seguirá siendo un faro para quienes continúan bajo la lona.
La familia circense chilena se une hoy al dolor de los Inostroza, sabiendo que con su partida se despide a un referente de la tradición y el esfuerzo. Sin embargo, su risa, su ternura y su espíritu permanecerán eternamente.